Por primer año desde que conozco las jornadas Tierra de Nadie (TdN) no he podido asistir los 4 días, pero si que estuve el jueves y el domingo (con la editora jefe) como visitante. Allí jugué todos los torneos que pude y volví a reencontrarme con amigos y conocidos de otros años y como también es costumbre paseé entre las tiendas buscando algo que llamara mi atención y entonces ocurrió, una caja enorme de ¡Aventureros al Tren! edición 10º aniversario premio JdA en 2005 y uno de los pendientes en mi lista. La caja es una delicia, el precio me asustó mucho porque además no tenía ni idea de lo que contenía, pero un germen había nacido en mi interior, una obsesión por las ediciones elegantes pero como no lo había probado no me lo iba a comprar ni loco.
Nos fuimos corriendo (antes de que impulsivamente comprara algo) porque íbamos a asistir a la demostración del nuevo juego de Darvel: Tortilla de patatas: The game. Tal como me esperaba de esta simpática pareja fundadora de la editorial (Darío Muel y Ana B. Domínguez) a los que conocí en las anterioresTdn celebradas en 2013 mientras presentaban Ajo y agua, desde esa demostración que disfrute a rabiar me he dado cuenta de lo bien que trabajan y por eso no me sorprendí al ver lo bien editado que está el tortilla de patatas así que en cuanto acabó la demostración miré a la editora jefe que asintió, el tortilla de patatas sería mío en breve.
Menos mal que una alegre tedenera se ofreció a enseñarnos a jugar al ¡Aventureros al Tren!, al acabar la partida me di cuenta de que la decisión ya la había tomado en cuanto vi aquella edición, así que nos dirigimos al stand de Juegos de la mesa redonda y allí Alejandra nos atendió con su habitual simpatía.
Por último, mencionar que fui uno de los afortunados ganadores del concurso "Juego veraniego" de Juegos de la Mesa redonda, donde me fue otorgado el carismático 1,2,3 Ahora me ves del que próximamente tendréis noticias. Aunque el estilo del juego contrasta con mis habituales preferencias creo que una buena ludoteca necesita un amplio fondo en cuanto a temáticas y rangos de edad, así que con esta adquisición he completado uno de los vacíos de mi estantería.
Y así fue como volví a casa con mi editora jefe, una sonrisa en la cara y la sensación, una vez más, de un trabajo bien hecho.
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